Esta serie de entradas están escritas por los alumnos del Grupo C - MUGIE 2014. Esta entrada está publicada por Pedro Trolez Cortina.
La Comunidad ha acordado con los Gobienos de Aragón, Extremadura y Castilla La Mancha solicitar a la UE que financie el proyecto de construcción del Eje 16 de la Red Transeuropea de Transporte. Se trata de un gran corredor ferroviario destinado al tráfico de mercancías que conectaría el Puerto de Sines, en Portugal, con Badajoz, Puertollano, Madrid, Aragón y París y que se uniría a un ramal entre los puertos de Sines y Algeciras.
El Eje, que convertiría a Madrid en uno de los grandes centros logísticos del sur de Europa, es compatible y complementario a los corredores mediterráneo y atlántico que defienden otras regiones, por lo que su ejecución no implicaría la renuncia a estos otros proyectos. Además, en 2007, fue considerado prioritario en la red transeuropea y goza de importantes ventajas. Entre ellas cabe destacar que es el menos costoso al estar en un 75% construido.
Sólo falta poner en marcha la Travesía Central de los Pirineos a través de un túnel de 40 kilómetros que atravesaría el macizo pirenaico. Concretamente, su ejecución sería un 80% más económica que otros corredores y aportaría importantes beneficios tanto para las regiones por las que pasa como para la economía nacional. Cabe señalar en este punto que su área de influencia incluye el 83% de la población española y el 85% del PIB nacional.
En términos económicos, el transporte de mercancías es un negocio que mueve cada año 16 billones de euros y, a pesar de la crisis, continúa creciendo, aunque sea lentamente. Sin embargo, este leve crecimiento, del 1% anual, se refleja en otros modos de transporte, como el que se realiza por carretera, en detrimento del ferroviario. La situación en nuestro país es especialmente grave, porque el volumen de mercancías transportadas ha decrecido un 6% anual desde 2005.
La preferencia de la carretera respecto al tren implica una mayor contaminación. En este ámbito, la construcción del Eje 16 permitiría eliminar 462.000 toneladas de CO2 en España y 1,2 millones en toda Europa. Entre las razones de la tradicional preferencia por la carretera destaca la ausencia de una buena conexión entre las infraestructuras nacionales y las del resto de Europa acuciado por el ancho de vía.
En este sentido, la construcción del Eje 16 supondría otra importante ventaja, puesto que la conexión con el resto de la red europea se realizaría con ancho internacional. Así se evitará que los trenes tengan que parar en la frontera como ocurre ahora por esta diferencia en la infraestructura, acabando así con el histórico “cuello de botella” de los Pirineos y descongestionado los pasos viarios de Irún y la Junquera.
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